Si hay algo que conservo de mi infancia es cierta pasión, casi obsesiva, por los acertijos. Con el tiempo descubrí que los hay sumamente variados: estrictamente lógicos, gramaticales, matemáticos, "tramposos", literarios (¿quién no recuerda el enigma mediante el cual Edipo derrota a la Esfinge?) y, en los últimos años, se han incorporado los de "pensamiento lateral".
Entre estos últimos, hay uno que me pareció particularmente interesante porque conlleva cierta perspectiva sociológica. Lo conocí a través de un escrito de Adrián Paenza, que salió publicado en Página/12 hace ya bastante tiempo. Es muy probable que lo conozcan, pero no quería dejar de compartirlo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index-2006-08-18.html
Entre estos últimos, hay uno que me pareció particularmente interesante porque conlleva cierta perspectiva sociológica. Lo conocí a través de un escrito de Adrián Paenza, que salió publicado en Página/12 hace ya bastante tiempo. Es muy probable que lo conozcan, pero no quería dejar de compartirlo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index-2006-08-18.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario