Días atrás, una amiga nos hacía llegar un mail refiriendo a un caso de represión en Berisso que le era cercano, dado que ella es profesora de la víctima. El mail se titulaba "entre el dolor y la rabia", y, más allá de contar la historia, transmitía la sensación de bronca, angustia e impotencia ante la aberración de los hechos, a los cuáles es imposible comprenderlos desde la lógica. Me tomo el atrevimiento de usar las mismas precisas palabras para este post.
Hoy me llegó la noticia. El dolor y la rabia que tan bien me supo transmitir Laura hicieron que sintiera la necesidad inevitable de gritarlo a los cuatro vientos, de transmitirlo, de que se difunda.
Les paso la posta.
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